viernes, 31 de diciembre de 2010

El verdadero amor..


El camino del verdadero amor es serpenteante, angosto y apenas puede transitarse portando carga de cualquier género. Has de desprenderte de todo porque por el verdadero amor a todo has de estar dispuesto a renunciar.
A veces incluso los creyentes los que buscamos sinceramente a Dios en cada instante de nuestras vidas olvidamos que sólo lo alcanzamos y experimentamos la dicha de la vida plena cuando vivimos en su Amor. Pero el amor que Le profesamos sólo se manifiesta a través de nuestros semejantes. Y pasamos gran parte del tiempo dormidos, con los ojos del alma cerrados, ensimismados en nuestro día a día sin entender, que sólo vemos verdaderamente cuando en silencio, en soledad, buscamos el encuentro, cara a cara, con el Señor en nuestro corazón.
Y a la luz de su mirada es cuando vemos, cuando comprendemos, cuán apagado e insignificante resulta el brillo de amor de nuestra pobre alma. Nos ensimismamos tanto en nuestras propias vivencias, que nos olvidamos de mostrar cariño a nuestros hermanos, apenas nos alcanza el tiempo para nuestras obligaciones, cuando vivir en el Amor es con todo, lo único importante.
Incluso en nuestro amor a Dios, en el lógico afán por compartir este tesoro, queremos mostrar nuestros puntos de vista, nuestras vivencias, cómo una vía, cómo una enseñanza…
En la buena intención de querer participar a todos de este gozo nos olvidamos que ante todo,
lo más importante es el amor a la persona tal y cómo verdaderamente es no tal y cómo nos gustaría que fuera. Y en la comprensión de esta sentencia se descubre una verdad sorprendente
y es que el amor de Dios no se enseña, ni se contagia, ni se aprende….
En el verdadero Amor sólo se puede dar… y dar… siempre dar
Y puede suceder, que tal vez, al calor de ese fuego de amor que se manifiesta en hechos en una vida entregada al prójimo, sinceramente, en la que sobran discursos y sentencias, es como ciertamente puede prender y transmitirse la llama del verdadero Amor.
Juan 15, 13: “Nadie tiene mayor amor que este, que quien está dispuesto a entregar su vida por sus amigos”

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