sábado, 29 de mayo de 2010

Parabola del Rey y el sabio.


Por un pequeño reinado de la antigüedad pasó alguna vez un sabio, que tenia la fama de resolver todos los enigmas que se le plantearan. El rey, que era un hombre de un gran temperamento, dominado de alguna manera por sus pasiones, lo mandó llamar y le pidió que le diera una fórmula para la felicidad. Entonces el sabio se retiró algunos meses hasta que volvió al reino, y le regaló al rey un anillo; junto con el anillo le regaló también la consigna de que leyera una inscripción interna (un pequeño letrero que sólo el rey podía leer) en los momentos de mayor euforia, de mayor éxito, así como en los momentos de mayor amargura, derrota y depresión. La gente empezó a notar que el rey en sus mejores y peores momentos miraba a su anillo y leía aquella inscripción interna y que con el paso del tiempo esa costumbre lo había transformado en un hombre mas sabio y justo, con mucha mayor capacidad de gobernar sanamente, aquella comunidad. Trascendió incluso en el reino que en la inscripción interna del anillo del rey había solamente tres palabras. Cuando murió el rey los habitantes del reino quisieron saber cual era la inscripción que había transformado la historia del rey y de alguna manera la de ellos también. Fueron a ver el anillo y en su parte interna encontraron escritas estas tres palabras: "esto también pasara". Estas palabras, en los momentos de mayor euforia y triunfo significaban para el rey la posibilidad de poner los pies en la tierra, así como en los momentos de dolor se transformaban en un símbolo de esperanza. En unos y en otros momentos le significaron la posibilidad de mirar hacia adentro y, desde el sentido del éxito interno, la ansiada fórmula de la felicidad.

1 comentario:

  1. Primera vez que leo esta parábola, y ya me parece interesante. Una frase "Esto también pasará", no tiene sabor a resignación sino antes bien a ver la vida de una manera positiva (me refiero a lo que dice Hegel: Tesis, antítesis y finalmente la síntesis), que al ser necesarias cada una de ellas en el crecimiento del ser humano. Porque es necesidad primaria seguir siendo los mismos en esencia, pero "otros" en cuanto a experiencia.
    Claro que este comentario, siempre será de manera subjetiva porque en sí la parábola se presta para muchas más interpretaciones.
    Mi intención no es escribir otro artículo, solamente dar mi parecer ante una parábola muy densa en cuanto a enseñanza...
    Auguri...
    Saludos
    Adelmo...

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